Fue nuestro gran proyecto, en
cuanto a viajes se trata, de 2018.
Teníamos muchas ganas de viajar a
la zona del sudeste asiático y después de pensar en posibles destinos, nos
decantamos por una rutita desde Singapur hasta Bali, pasando por Java y Borneo.
Antes de meterme de lleno con el
diario del viaje, os contaremos algunas informaciones que pueden ser muy útiles
a la hora de organizar un viaje de estas dimensiones.
Lo primero, hacerlo con tiempo;
lo principal son los vuelos. Nosotros cogimos el vuelo principal de España a
Singapur con unos 5 meses de antelación. El precio del vuelo fueron 718€, con
escala en Delhi.
Una vez con los vuelos en nuestro
poder… comenzamos a organizar un calendario de viaje en el que decidimos qué
zonas y países queríamos visitar. Nuestro calendario quedó así:
Día 1
24 julio
España -Delhi
|
Día 2
25 julio
Delhi- Singapur
|
Día 3
26 julio
Singapur
|
Día 4
27 julio
Singapur- Java (Yogyakarta)
|
Día 5
28 julio
Yogyakarta
|
Día 6
29 julio
Yogyakarta- Semarang
|
Día 7
30 julio
Semarang- Borneo
|
Día 8
31 julio
Borneo
|
Día 9
1 agosto
Borneo- Bali
|
Día 10
2 agosto
Bali, UBUD
|
Día 11
3 agosto
UBUD
|
Día 12
4 agosto
UBUD
|
Día 13
5 agosto
UBUD
|
Día 14
6 agosto
Bali norte
|
Día 15
7 agosto
Bali norte
|
Día 16
8 agosto
Bali- Lombok
|
Día 17
9 agosto
Lombok
|
Día 18
10 agosto
Lombok
|
Día 19
11 agosto
Lombok- Gili
|
Día 20
12 agosto
Gili
|
Día 21
13 agosto
Gili
|
Día 22
14 agosto
Gili
|
Día 23
15 agosto
Gili – Bali - Singapur
|
Día 24
16 agosto
Singapur- Delhi- Madrid
|
Finalmente, y como contaremos más
adelante, nuestro viaje no fue tal como planeamos…pero esta era nuestra idea
inicial.
Con el itinerario claro, nos
ponemos a la búsqueda de los vuelos internos.
De Singapur a Yogyakarta vuelo
directo; aproximadamente 40€/pax
De Semarang a Pangkalanbuun(
Borneo) vuelo directo ; aproximadamente 75€/pax
Pangkalanbuun – Semarang- Bali
(Denpasar); aproximadamente 72€/pax
Denpasar – Singapur ;
aproximadamente 50€/pax
Ya teníamos todos los vuelos en
nuestro poder; el siguiente paso era empezar a buscar alojamientos.
Centramos nuestra búsqueda en Booking
; reservamos prácticamente todos los alojamientos excepto la aventura en Borneo
( que contaré más adelante) y unos días en Bali que decidimos dejarlos para
ver, una vez allí con algo más de libertad e improvisación ( y vaya si tuvimos
que improvisar…)
INFORMACIÓN ÚTIL
En un viaje de estas dimensiones
se deben tener en cuenta muchos factores, desde la documentación necesaria,
posibles visados… pasando por medicamentos hasta la maleta que vas a llevar.
Todos estos aspectos los fuimos
investigando leyendo muchos blogs de viajeros que nos han sido muy útiles,
también en internet buscando información y muy muy recomendable…. Comprar una
guía del país que vas a visitar; nosotros tenemos la guía lonelyplanet y fue
muy buena compañera de viaje.
DOCUMENTACIÓN
Deciros que, para viajar a
Indonesia, menos de un mes, no es necesario sacar visado (¡eso que nos
ahorramos!) pero sí es necesario tener el pasaporte en vigor.
EQUIPAJE: ¿ MALETA O MOCHILA…?.
En cuanto al equipaje… en un
viaje de estas características en el que nos íbamos a mover tanto… no queríamos
andar pendientes de maletas, facturaciones… así que fuimos con la mochila a la
espalda. Es importante hacerse con una mochila adecuada a nosotros ya que va a
ir a nuestra espalda muuucho tiempo. A la hora de llenar la mochila, hay que
pensar y tener en cuenta la época de año en la que vamos a viajar; nosotros
fuimos en verano que allí es época lluviosa de manera que era imprescindible llevar
chubasquero, y calzado cómodo y cerrado. Íbamos a visitar a los orangutanes en
la selva de Borneo lo que implicaba llevar tanto pantalón lago como alguna
chaqueta fina (especialmente para las noches y evitar picaduras de mosquito).
El resto… ropa cómoda que nos permita movernos a gusto y sabiendo que hay que
renunciar a los modelitos que todas (o al menos yo…) nos imaginamos en
escenarios como las playas de Bali… lo de llevar un bikini para cada día…
quedaba descartado.
Si soy sincera… pensé que iba a
ser muy complicado hacer una maleta de 15 kg para casi un mes… pero lo conseguí
y un truco que me sirvió muy mucho para organizar todo fue usar bolsas
herméticas de congelación. Es verdad que en el tema maleta Aníbal lo tenía más
claro que yo y él no usó mi súper truco… pero a mí me fue muy útil.
BOTIQUÍN
En cuanto al tema botiquín, y
ante todo decir que, es súper importante hacer un viaje de estas
características con un seguro de viaje. Nosotros contratamos con IATI y la verdad que tuvimos que hacer uso de él en
una ocasión, y no tuvimos ningún problema.
Para hacer el botiquín acudí a mi
doctora de cabecera un par de semanas antes del viaje y ella me aconsejó qué
medicamentos nos serían útiles; el nuestro constaba de:
Ibuprofeno y paracetamol.
Antibióticos (amoxicilina y
cefuroxima)
Crema antibiótica.
Apósitos y esparadrapo.
Suero en sobres.
Antiestamínicos.
En mi caso también necesito
viajar con inyecciones de heparina, para ello la doctora me hizo un papel para
no tener problemas en los aeropuertos.
Con todas mis recetas, hicimos un
botiquín súper completo. Además, es necesario llevar repelente de mosquitos
extra fuerte y un buen protector solar.
¡EMPIEZA LA AVENTURA!
24 de agosto, de Madrid a Singapur, pasando por Delhi.
Nuestro vuelo salía a las 22:30 (elegimos
volar por la noche y así pasar la mayor parte del viaje durmiendo) de manera
que a las 19:45 ya estábamos en el aeropuerto. Sí íbamos con mucho tiempo… pero
no queríamos que surgiera ningún imprevisto y al final ir con la lengua fuera. Volábamos
con Air India y el avión… gran cosa no era, pero estábamos tan emocionados que
daba igual. Nos pusieron la cena (todo picante estilo la India…) y tras ver una
peli, nos echamos a dormir hasta que nos despertaron con el desayuno, lo que
significaba que ya quedaba poquito para aterrizar.
Al llegar al aeropuerto de Delhi,
te sorprende ver, que absolutamente todo el suelo está enmoquetado… al menos a
mí me llamó muchísimo la atención. Fuimos rápidamente a pasar la aduana y así
llegar con tiempo para el segundo vuelo, pero allí lo de las prisas… parece que
no se lleva, estuvimos un buen rato en la cola para pasar la aduana.
Finalmente, el siguiente vuelo se retrasó casi una hora de manera que hasta nos
sobró tiempo para comernos unos sándwiches (también muy picantes) en el
aeropuerto.
25 de agosto, de Delhi a Singapur.
Estamos a cinco horas de Singapur y el avión es aún peor que el anterior. Menos
mal que va medio vacío y decidimos ocupar una fila entera cada uno y echarnos a
dormir. Y hasta que el comandante informó de que comenzaba el aterrizaje… lo
conseguimos.
Son las 22:00 hora local,
queremos pasar rápido la aduana y empezar a explorar el primer destino de
nuestro viaje. Se nos da genial, pasamos súper rápido y llegamos en un pis pas
al metro, que es rápido, sencillo y económico (1,50€ al cambio el trayecto).
En la misma estación sacamos
dinero de un cajero (nos cobraron 2 euros de comisión por sacar 100 dólares) de
manera que ya teníamos efectivo para empezar a funcionar.
Nuestro hotel cápsula estaba en
BoatQuay, en el paseo del río, una calle muy animada con mucho ambiente. Nos
encantó la situación del hotel. Dimos una vuelta por los alrededores del hotel
y comimos algo en un puesto callejero en el que la comida estaba buenísima y la
cerveza fresquita (noodles y cervezas por unos 12€ los dos), así con el
estómago lleno… nos fuimos a nuestra cápsula a descansar.
26 de agosto, de rutita por Singapur.
Teníamos pensado madrugar, pero
nos quedamos fritos y hasta las 10:00 estuvimos durmiendo; una ducha, vestirse
y ¡a ponerse en marcha!
Caminamos poro BoatQuay y pudimos
ver a la luz del día la bahía y el sky line de Singapur Encontramos un 7 eleven
y compramos el desayuno (en el hotel lo teníamos incluido, pero al quedarnos
dormidos… decidimos salir sin desayunar ese día) y por unos 3 euros
solucionamos el tema desayuno.
Pusimos rumbo a Little India, un
barrio pequeñito, lleno de rincones coloridos, puestos de frutas, mercadillos
de ropa… El olor a especias y a incienso nos acompaña todo el paseo.
Visitamos el templo Sri
Veeramakalimman, el más importante de la comunidad hindú. Entre las 12:00 y las
16:00 está cerrado así que nos conformamos con verlo desde fuera.
De Little India nos dirigimos al
barrio árabe, o mejor dicho la calle árabe, Arab Street. Un paseo muy agradable en el que encontramos
la mezquita dl Sultán, multitud de comercios y restaurantes que te ofrecen si
parar sus menús (todos con las bebidas gratis).
Merece la pena visitarlo.
¡Y de ArabStreer a China town!
Parece que de un momento a otro hayas cambiado de país. Allí nos tomamos uno de
los batidos más deliciosos que yo recuerde; el mío era de fruta del dragón y
Aníbal eligió la papaya. Y así con nuestros batidos fresquitos (que ya hacía
calor) seguimos explorando China town. En este barrio conviven dos mezquitas (AlAbrar
y Jamae) y un templo hindú (Sri Mariamman). El templo es precioso, la visita es
gratuita, me cubrí con el sarong y allí pudimos ver a la gente cantando sus
lecturas y haciendo peticiones y ofrendas, una maravilla. Salimos encantados de esta visita y decidimos
parar a comer algo. En la plaza en la que se encuentra el templo hay un mercado
local y en la segunda planta del mercado hay multitud de foodcorners. Nos llamó
la atención uno que hacía dumplings, realmente deliciosos. Comimos los dos, con
cervezas incluidas por unos 7 euros y con la tripa llena y ponemos rumbo a
Clarke Quay, en el camino paramos a tomar un café. Llegamos al parque del
Merlion. El Merlion es el símbolo de la ciudad, mitad león, mitad pez. Justo en
frente del parque, vemos con total claridad el imponente sky line de la ciudad
y nos llama poderosamente la atención el Marina BaySand y la gran noria de
Singapur. Estamos un rato admirando el paisaje y sacando fotos y de ahí nos
dirigimos al jardín botánico (entrada gratuita excepto a la zona del
invernadero). El jardín es precioso, merece la pena la visita. A las 20:45
comenzaba el espectáculo de música y luz en la zona de los supertreesgrove. Estábamos
expectantes ante el espectáculo, pero hemos de decir que al finalizar… nos dejó
un poco… decepcionados… esperábamos algo más impresionante la verdad.
Justo media hora después
comenzaba otro espectáculo de agua, luz y sonido en la fuente exterior frente
al hotel “del barco”. Y aquí si decimos
que fue una pasada…nos encantó; merece la pena y mucho.
Empezamos a pensar en la cena, y
pensamos en China town para ello, pero de camino nos encontramos con Cross
Street y un mercado enorme de Street food con multitud de puestos de todo tipo
de comida: salada, dulce, barbacoas en la parte exterior… y allí decidimos
quedarnos. Por unos 9 euros cenamos los dos.
Y dando un paseo nocturno,
llegamos al hotel para descansar, ya que a la mañana siguiente sale nuestro
avión rumbo a Yogyakarta pero antes…. Paramos en un Mc Donalds de camino al
hotel para cogernos un heladito. Y cuál es mi sorpresa cuando descubro que uno
de los sabores del helado es de durian… una fruta que huele tan mal que está
prohibido entrar a lugares públicos como el metro con ella… alomejor está rica,
pero con ese olor… yo no me atreví.
Singapur… ¡nos has encantado!
27 de agosto de Singapur a
Yogyakarta, isla de Java.
A las 7:30 suena el despertador y
rápidamente nos preparamos, bajamos a desayunar y ponemos rumbo al aeropuerto
que es… WOOOWWWW qué aeropuerto más chulo.
El vuelo está previsto para las
11:15 y finalmente salimos bastante puntuales y a las 12:00 estamos en nuestro
destino (12:00 hora local, que es una hora menos que es Singapur). Salimos en busca de la estación de autobuses y
la verdad es que nos cuesta bastante encontrarla, pero finalmente la
encontramos. Sacamos nuestro billete por unos 0.30 € y empieza la locura de
Yogyakarta. El tráfico es de locos, millones de motos, autobuses adelantando
sin mirar, circulando en sentido contrario… pero dentro del caos … ellos deben
tener cierta organización porque no hay accidentes… llegamos al hotel sanos y salvos y como es
pronto decidimos ir a visitar esa misma tarde el templo de Prambanan. Lo comentamos en el hotel y ellos mismos nos
localizan un taxi por unos 75.000IRD (unos 7 euros), precio que cerramos en el
hotel. En lo que el taxi llega, vamos a comer a un warung que está al ladito de
nuestro hotel y allí (por 4 euros los dos) comemos tan a gusto.
Tardamos en llegar el templo unos
45 minutos, y al llegar sacamos nuestras entradas a mitad de precio gracias a
nuestro carné de estudiantes… la verdad es que pensábamos que no colaría… pero
oye que nos ahorramos 8 euritos cada uno.
La entrada a este templo son 16
euros… bastante caro para los precios de todo lo demás, pero a los estudiantes
les hacen el 50% de descuento…así que merece la pena intentarlo.
Es precioso, enorme… allí vemos
el atardecer mientras paseamos por el interior del templo. Salimos encantados,
pero ya era de noche. Un señor se ofrece a llevarnos en su carromato, pero nos
pide 200.000 IRD y le decimos que no.
Gracias a Dios Aníbal es un viajero experimentado y resuelto, y pide
ayuda a un grupo de chicos que tenemos al lado, en 5 minutos tenemos el taxi
recogiéndonos y nos deja en la puerta del hotel por 70.000 IRD.
Cenamos algo, nos damos una ducha
y a dormir. Nos espera el amanecer desde Borobudur, que contratamos en el mismo
hotel.
28 de agosto. Amanecer en Borobudur
3.20 a.m. y suena el despertador…
HORROR.
En 10 minutos nos recogerá
nuestra Van para ir a ver el amanecer desde el hotel resort Manohara. El precio
de esta entrada, para ver el amanecer, es más cara de lo habitual (50 euros por
persona; incluye transporte, (el templo está a unos 40 km de Yogya, entrada y
desayuno en el hotel).
Borobudur es el templo budista
más grande del mundo. Es una gran estupa construida en forma de pirámide. Se
construyó entre los años 750 y 850. Consta de seis niveles de planta cuadrada y
tres niveles superiores de planta circular. Tiene 504 estatuas de Buda… casi
nada…
Este templo ha sido declarado
patrimonio de la humanidad por la UNESCO, también es el monumento más visitado
de Indonesia y su entrada es la más cara de todo el país.
Mucha gente quiere ver el
amanecer desde lo alto de Borobudur, y como ya he dicho esta fue también
nuestra decisión. Llegamos al hotel a las 4:00 am aproximadamente, sacamos
nuestras entradas y con ella nos dieron un pequeño sarong y una linternita.
Comenzamos el ascenso por el templo, pero no podíamos ver gran cosa…era muy de
noche.
Primera desilusión: había más
gente que en la guerra… de verdad, contábamos con que habría gente… pero no
esperábamos esa masificación.
Esperamos a que salga el sol… y
bueno verlo del todo no pudimos porque estaba un poquito nublado. Cogemos sitio en una de las terrazas
superiores para ver lo que podamos de la salida del sol y cuando este sale…
comenzamos a pasear por el templo y a intentar echar alguna foto sin gente
alrededor… misión imposible.
A las 6:00 el templo abre a los
turistas que no han pagado para ver el amanecer y sorprendentemente a esas
horas nos da la impresión de que hay menos gente, así que hacemos el descenso tranquilos
y cuando llegamos abajo y miramos hacia arriba… nos quedamos fascinados con el
tamaño del templo… habíamos subido de noche de manera que no nos habíamos
podido hacer una idea del tamaño real que tiene.
Tengo que decir que es
impresionante, precioso, espectacular…. Merece la pena 1000%, pero si volviera
a hacerlo…. No lo haría para ver el amanecer.
Fuimos a desayunar al hotel, un
desayuno buenísimo la verdad y a las 8:00 nos recogió nuestra Van para volver
al hotel. Decidimos dormir un poquito y después del descanso salimos a recorrer
las calles de Yogyakarta.
Visitamos el kraton, que es el
palacio real, la calle Malioborosuper animada y terminamos en Prawirotaman para
cenar en ViaVia unos nasigoreng vegetarianos y otro con pollo y gambas
delicioso todo acompañado por un par de cervezas Bintang bien frías (9 euros
los dos).
De vuelta al hotel decidimos
coger un tuk-tuk que nos deja en la puerta por unas 10.000 IRD.
29 de agosto, De Yogya a
Semarang.
nos levantamos sin prisa y
valoramos la mejor manera de ir hasta Semarang; teníamos tres opciones:
·
Autobús público: muy barato, pero muy lento,
entre 8 y 10 horas de viaje.
·
En minibús, con la compañía Daytrans , unos 11
euros los dos y una duración de unas 4 horas.
·
Taxi privado; esta opción nos atraía bastante
por el hecho de que podríamos ir parando en cualquier sitio que nos apeteciera,
pero el conductor nos pedía 1.000.000 de rupias (unos 62 euros) y de ahí no se
bajaba…
Nos decidimos por la segunda
opción y nos dirigimos a la oficina Daytrans que además estaba al lado de
nuestro hotel. Nuestra idea era salir sobre las 13:00h, pero al llegar allí nos
informaron de que salía un bus cada hora y media y justo en media hora salía el
siguiente, así que compramos nuestros tickets para salir en el primer bus.
Al principio, dentro de la ciudad,
el tráfico es horrible (de verdad que es un caos llevado al extremo) pero a
medida que abandonamos la ciudad, el paisaje iba cambiando y ante nosotros
empezaron a aparecer enormes arrozales, trabajadores que con la mejor de sus
sonrisas te decían adiós, pequeños mercados locales…
El viaje se nos dio genial, en
3.5 horas estábamos en nuestro destino. Nada más bajarnos de nuestro minibús se
para a nuestro lado un señor con su furgoneta y se ofrece a llevarnos donde le
digamos… así que allí que fuimos ¡a la parte de atrás de la furgo! Nos pidió
3.000 rupias, el hombre nos llevó tan bien, tan majo, tan sonriente… que le
dimos 20.000 rupias y nos fuimos tan contentos hasta nuestro hotel. Menos mal que solo pasaríamos allí una noche… el
hotel lo único que tenía bueno era la situación, que estaba al lado del
aeropuerto y era lo que buscábamos en este caso.
Dejamos las mochilas y salimos a
dar un paseo por la ciudad, desde la recepción del hotel nos pidieron un taxi
que en 5 minutos teníamos en la puerta. Queríamos ir al barrio chino, que
habíamos leído que estaba muy bien, pero de verdad que no fuimos capaces de
llegar… a cambio de eso, nos perdimos por las calles de Semarang y vimos el
auténtico Semarang profundo. Nos cruzamos con mezquitas, se oían los rezos en
la calle a través de los altavoces, incluso vimos gente rezando en la calle.
Los lugareños nos miraban
extrañados y nos sonreían, nos pedían hacerse fotos con nosotros, ¡incluso una
señora nos acercó a su bebe para que nos tocara!
Después de un buen rato paseando,
el hambre empezó a apretar. Teníamos ganas de comida occidental así que nos
fuimos en busca de una pizza.
Cogimos un taxi para acercarnos a
la zona más comercial y al iniciar la marcha alucinamos… seguimos pensando que
ese hombre que llevaba el coche no había conducido en su vida… no nos entendía
a nosotros, no entendía el GPS…. Aníbal terminó indicándole a él el camino…. UN
CUADRO. Decidimos terminar el trayecto antes de lo planeado y fuimos andando a
la zona comercial. Llegamos a una plaza muy animada con puestos de comida por
todas partes y en la parte central una decoración e iluminación muy llamativa.
Nosotros teníamos claro lo que
andábamos buscando… PIZZA así que entramos en el centro comercial y nos
sentamos en un Pizza Hut que nos sentó de maravilla. Después de la pizza un
cafetito en un Sturbucks cercano. Taxi de vuelta y al hotel, dejamos todo
preparado para el día siguiente…
Teníamos taaaantas ganas de que
llegara este día que al sonar el despertador saltamos de la cama y a toda
velocidad nos fuimos al aeropuerto, en 15 minutos estábamos allí. Pasamos todos
los controles y una vez dentro desayunamos un par de cafés, un croissant, y un
bollo de plátano del que Aníbal se ha enamorado (156.000 rupias, muy caro
comparado con el resto de comidas que hemos hecho…. Pero nos sabe a gloria).
El vuelo se retrasa 30 minutos, salimos
a las 11.30 y una hora más tardes llegamos a Kalimantan. No tenemos nada que
recoger, ya que no facturamos mochilas, así que nos echamos bien de repelente
de mosquitos y salimos del mini aeropuerto que es una monada, y allí nos
encontramos a Tina que sería nuestra guía los próximos tres días.
Esta actividad dentro del viaje
era algo que teníamos muy claro desde el principio, que lo queríamos
hacer. Consiste en pasar 3 días y dos
noches a bordo de un barco llamado klotok,
surcando las aguas del rio Senkoyer. Vas parando en diferentes campamentos
donde podemos avistar orangutanes en libertad, además de muchos otros animales
que viven en la zona. Navegarían con nosotros el capitán del klotok y su
ayudante, Tina, nuestra guía, y la cocinera.
Hay muchas opciones para hacer
esta actividad; puedes contratar klotoks compartidos (opción más económica) o
privados, incluso puedes quedarte en tierra y moverte por el río para visitar
las reservas de orangutanes durante el día a bordo de lanchas motoras (opción
más cara).
Nosotros elegimos la opción de
barco para dos. Viviríamos en una casita flotante los próximos tres días. Fue
la actividad más cara de todo el viaje (nos costó 420 euros los dos, los tres
días, todo incluido. Eso sí, vuelos aparte) y mereció la pena sin duda.
Tina pidió un taxi que nos directos
aKumai, donde embarcaríamos en nuestro Klotok, ¡es una pasada! Cruzamos la
bahía de Kumai y nos adentramos en el río. Rápidamente nos suben nuestro
almuerzo, que consistía en arroz, unos calamares con una salsa muy rica,
verduras y una fruta que no habíamos visto nunca, investigando descubrimos que
se llama rambután. Es como un erizo rojo y dentro contiene un fruto muy
parecido a la uva. Estaba todo buenísimo.
Y estábamos comiendo admirando la belleza de la naturaleza, los sonidos
de los animales, las plantas, el agua…. TODO.
De repente el capitán de nuestra embarcación para motores y nos avisa de
que en la orilla hay un orangután; vemos las hojas moverse y oímos al
animal…pero no conseguimos verlo de manera que reanudamos la marcha hasta
llegar al primer campamento: el centro de rehabilitación de TanjunHarapan. Bajamos del barco y hacemos una pequeña
caminata por caminos hasta llegar a una explanada donde habían puesto comida a
los orangutanes. Empezaron a llegar
montones de ellos: hembras con los bebés en brazos, machos jóvenes y
orangutanes enormes a menos de diez metros de nosotros. Estábamos literalmente
alucinando. No solo vimos primates, también se dejó ver un cerdo salvaje que se
acercó en busca de algo de comida.
Después de un buen rato admirando
este espectáculo y de tirar un millón y medio de fotos… volvemos al barco donde
nos pusieron la cena que consistió en un buen plato de arroz con verduras,
calabacines, un revuelto de gambas con piña y leche de coco y unas manzanas.
Nos pusieron dos velas y así a la luz de las velas y el atardecer tuvimos
nuestra primera cena en Borneo. Ese
mismo día, Tina nos propuso hacer una caminata nocturna por la selva con uno de
los rangers que vive allí y por supuesto nos apuntamos al plan. Habíamos
quedado a las 20.00 h. íbamos en fila india, el ranger en cabeza, cada uno con
una linterna alumbrando el camino. El guía nos iba avisando de casa animal que
se cruzaba en nuestro camino. Tarántulas enormes, ranas, pájaros exóticos,
insectos de todo tipo… en una de esas paradas, empecé a notar una quemazón en
mis tobillos… y al mirarme descubrí un motón de hormigas de fuego subiéndose
por mis zapatillas. El guía solo me dijo:” RUN” y yo… muy obediente eché a correr
como una loca… hasta que les escuche
llamándome para que volviera. Me dijo
que no son venenosas, cosa que me tranquilizó bastante, pero sí… su mordedura
quemaba mucho.
No conseguimos ver monos, pero
volvimos al barco súper contentos con la experiencia. En el barco, nos
preparamos para dormir, nos metimos bien dentro de la mosquitera y así
escuchando los sonidos de la selva… nos fuimos quedando dormidos.
31 de agosto. Borneo
6.30 am. Nos despertamos con los
primeros rayos de sol, los pájaros cantando, el sonido del agua … suena muy
cursi… así fue.
Nos vestimos y al minuto nos
suben el desayuno: unas tostadas, huevos revueltos, unos pancakes, zumo de
maracuyá, mermelada de piña, mandarinas, café y té.
Tras el desayuno ponemos rumbo al
segundo campamento en PondokTangguy, al que llegamos en 1 hora y media
aproximadamente. Caminamos y llegamos al punto en el que están comiendo. Hay un
macho realmente enorme, aparece una hembra con una cría a la espalda, y al
poquito otro macho más joven. Vienen y van… en un momento el macho mayor se
enfada con el jovencito y le ataca…. Pero otro miembro de la comunidad se pone
en medio para detener la pelea. Y nosotros allí, viéndoles… son increíbles.
Volvemos al Klotok y ponemos
rumbo al tercer campamento. Antes de llegar comemos: arroz con verduras, tofu
rebozado y polloy melón. Todo riquísimo.
Al llegar al campamento y bajar
del klotok, nos recibe un orangután y varios macacos, están a menos de 2 metros
de nosotros…nos miran, se acercan, se alejan… nosotros alucinados.
Visitamos un centro donde nos
cuentan la historia de esta área protegida y nos adentramos en la selva hasta
llegar al punto donde se les alimenta. Por el camino nos encontramos con otro
orangután que baja del árbol para ver quiénes somos. Le hacemos fotos y el
parece encantado de ser el centro de atención.
Llegamos al punto donde los
orangutanes comen y aparece el macho dominante, que se llama Terry, es gigante.
El anillo de su cara es impresionante. Aparecen hembras, crías, macacos, algún
que una familia de jabalíes. Nos
quedamos embobados viéndolos. Es un espectáculo.
Volvemos al klotok y comenzamos
nuestra vuelta al punto de partida. Esta noche la cena es a la luz de miles de
luciérnagas que están revoloteando en la vegetación de las orillas del rio. Es
mágico. Disfrutamos de nuestra última noche en la selva.
1 de agosto de Borneo a Bali,
isla de dioses.
Tomamos disfrutando a tope
nuestro último desayuno a bordo del klotok. A las 8:00 ponemos rumbo al puerto
desde donde iremos al aeropuerto para ir a Bali.
De Pangkalanbun, donde nos hacen
facturar las mochilas, vamos a Semarang y de ahí un segundo vuelo a Bali.
Al llegar al aeropuerto de Denpasar,
conocemos a una pareja española que también se dirige a Ubud (el corazón de
Bali) de manera que decidimos compartir un taxi los cuatro, de esta manera nos
ahorramos un dinerillo. El trafico aquí vuelve a ser horroroso, tardamos unas
dos horas y media en recorrer los escasos 50 kilómetros que separan el
aeropuerto de la ciudad de Ubud. Una vez allí, llegamos al hotel: EKA´S BALI
HOMESTAY, nos encanta. Nos damos una ducha y salimos a explorar.
Paseando por MonkeyForest Street,
nos encontramos con otra pareja de españoles con los que habíamos coincidido
días antes en Borobudur. Terminamos cenando los cuatro en BIAH BIAH; un local
muy chulo, con comida ecológica deliciosa y a muy buen precio (por 199.000 IRD
cenamos los cuatro, cervezas incluidas).
Después de la cena, decidimos
volver al hotel a descansar.
2 de agosto. Ubud.
Amanecemos en nuestra maravillosa
habitación de hotel frente a los arrozales, y a las 8.30 nos traen el desayuno
a la terraza. Mientras desayunamos decidimos varias cosas (así somos nosotros,
vamos sobre la marcha nos encanta la improvisación):
1. Medio
de transporte para ese día: teníamos varias opciones y finalmente nos
decantamos por alquilar una moto y movernos a nuestro aire.
2. Ruta
de visitas para la jornada. Tengo que decir que no pudo salirnos mejor el día.
-
Arrozales Tegalalang: los teníamos a escasos 5
minutos de nuestro hotel de manera que serían nuestra primera visita del día.
-
TirtaEmpul: Es un templo hindú, el templo del
manantial sagrado. declarado patrimonio de la humanidad por las UNESCO. Es un
templo dedicado a Vishnu, dios hindú de la conciencia suprema. Consiste en una
estructura de baño, famosa por sus manantiales cuyas aguas utilizan los
balineses para purificar su cuerpo y su espíritu mediante rituales.
Nos encantó el templo; los baños, el ambiente que se
respira… aunque lo de ver bañándose a los turistas… no nos hizo mucha gracia.
-
Pura GunungKawi: Este es un templo dedicado al
dios del agua. En él se encuentran enterrados los miembros de la familia real.
El templo está rodeado de arrozales y palmeras, todo verde y esas enormes
tallas en las rocas… realmente impresionante.
Pasamos un buen rato paseando por el templo y admirando su belleza. De
vuelta nos tocó subir las empinadas escaleras por las que habíamos descendido y
pusimos rumbo al siguiente destino.
-
Pura Kehen: El templo casa dedicado al dios del
fuego está situado en la ciudad de Bangli. A menudo se habla de este templo
como una miniatura de Besakih Pura (el templo madre) y es el segundo en
importancia para los balineses.
Es el templo más grande del este de Bali, se encuentra
en medio de una plantación de palmeras lo que le da un aspecto aún más
especial. Hay que subir 38 empinados escalones hasta llegar a su preciosa
entrada.
Nos encantó este templo, posiblemente sea de nuestros
favoritos en este viaje.
-
TukadCepungWaterfall: Teníamos ganas de visitar
este día una de las muchas cascadas de la isla. Pusimos rumbo a TukadCepung,
dejamos la moto en el parking que se encuentra en la entrada de las cascadas,
pagamos nuestra entrada de 15.000 rupias (porque, aunque sean cantidades muy
pequeñas, aquí hay que pagar para ver cualquier cosa) y nos dispusimos a bajar
los numerosos escalones que nos llevarían hasta un estrecho cañón de piedra que
hay que cruzar para llegar a la cascada.
El camino está perfectamente indicado y es bastante sencillo acceder a
la cascada. Recomendación: pantalón corto y chanclas que te permitan caminar
por la piedra mojada, ya que el último tramo te obliga a cruzar terreno donde
el agua te llega a las rodillas.
Esta cascada no es la más alta de la isla, ni la más
caudalosa... pero tiene algo especial que a nosotros nos enamoró. Tienen un aura… especial. Visita recomendable
de todas todas.
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YehPulu: Ya es por la tarde, y de vuelta a Ubud
paramos en este templo en el que se encuentran talladas en la piedra de un
acantilado escenas de la vida diaria en Ubud.
Visitamos el lugar totalmente solos, tras pasear por una enorme
extensión de arrozales y árboles de raíces gigantes, llegamos a la zona de las
tallas en la roca.
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Allí había una señora mayor, que nos bendijo con
agua y arroz que pegó en nuestra frente.
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Goa Gajah, cueva del elefante.
Día súper intenso y agotador,
pero irrepetible. Llegamos agotados y con un hambre voraz así vamos a cenar a
un warung cercano, y ahí se nos torció el día… la cena fue muy regulera, la
mitad de platos de la carta no los tenían y no fue especialmente barato… Al
menos cerveza sí tenían. Así que cenamos algo y nos tomamos nuestras Bintang,
que nos supieron de maravilla.
¡Mañana, mas!
3 de agosto. Ubud.
A la misma hora que el día
anterior, desayunamos en nuestra maravillosa terraza. Ya estamos preparados
para salir, pero hoy el día se ha levantado algo nublado. Empieza a llover y la
temperatura es más fría que el día anterior. Pero eso no será problema, cogemos
más ropa, los chubasqueros y salimos con nuestra moto a nuestra segunda rutita.
Hoy iremos a la zona norte de la
isla y la idea es esta:
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Pura UlunDanuBrantan, templo del agua.
Para llegar a este templo hay que superar una larga subida
al monte Brantan y unas cuantas curvas. A nosotros nos costó lo suyo, ya que a
mitad de camino la lluvia y la niebla se intensificaron obligándonos a parar.
Menos mal que duró poco y pudimos continuar nuestro camino. Al llegar al lugar,
debemos decir que bien mereció la pena el esfuerzo para poder ver aquella
maravilla de templo.
Está construido sobre el lago Brantan y parece flotar
en el agua. Fue construido en el siglo XVII en honor a la trinidad hindú
(Brahma,Vishnu, Shiva) así como a la diosa del lago , DewiDanu.
La construcción está compuesta por cinco templos
(PenataranAgung Temple, templo de DalemPurwa, templo de TamajBeji, LinggaPetak
Temple y templo Prajapati) y todos están dentro de un recinto al que se accede
por una entrada que lleva al lago.
También hay una estepa budista y una estatua de Buda,
lo que indica la armonía en la vida inter-religiosa.
Es realmente fascinante.
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Lagos gemelos.
Continuamos nuestro camino, el tiempo ha mejorado
bastante y eso nos premite admirar el paisaje con total claridad. Los dos lagos
que se ven perfectamente. En los lados del camino hay multitud de puestos de comida,
photocols y lugares donde sentarse y admirar la inmensidad del paisaje con
calma.
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Arrozales Jatilowih.
era nuestra intención visitarlos, pero de camino…. Nos
encontramos con una procesión que paralizó la carretera. Estábamos a solo siete
kilómetros de nuestro destino, pero resultó imposible ya que la procesión no
permitía que nadie, ni coches ni motos, les adelantaran. De manera que se cayó
de nuestra lista el arrozal, pero paramos en el primer pueblo al que entramos
para ver la procesión; un espectáculo realmente digno de ver.
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Cascadas Nung-Nung. Tras bajar los 500 escalones
(que luego tendríamos que subir) llegamos a la impresionante cascada. Es
altísima, impresiona el sonido del agua al caer, las gotas de agua por todas
partes, el olor a tierra mojada… además no había nadie cuando llegamos, de
manera que pudimos disfrutarla para nosotros solos.
Volvemos a
nuestro centro de operaciones en Ubud. Anochece pronto y el camino es largo.
Nos damos un
buen baño en la piscina del hotel y salimos a cenar a la ciudad. Elegimos el
YellowFlower, lo habíamos leído en nuestra guía LonelyPlanet, y fue acierto
total. Nos encantó, el personal amable a mas no poder y la comida orgánica y
deliciosa.
4 de
agosto. Ubud
Como cada día en
Ubud, a las 8.30 nuestro desayuno nos espera en la terraza de nuestra
habitación. Y como los días anteriores,
mientras lo disfrutamos, diseñamos la ruta del día. Hoy decidimos visitar:
CandiDasa: Antes
de llegar al palacio de agua decidimos parar para ve el mar. Dejamos la moto y
damos un pequeño paseo por la orilla de este pueblito al este de la isla de
Bali.
La playa está
casi desierta, salvo por un pequeño grupo de pescadores que estaban charlando
animadamente antes de salir a trabajar en sus barcas de brillantes colores.
Nos sentó
fenomenal ese pequeño paseo. Volvemos a nuestra moto y nos dirigimos a
TirtaGangga.
TirtaGangga:Palacio
de agua, piscinas del rey.
Tras pagar
nuestra entrada de 20.000 rupias (1.20 € aprox) entramos en el palacio y lo
primero que vemos es una gran fuente de once niveles, y la piscina principal,
con numerosas estatuas de dioses y un camino de baldosas de piedra por el que
podemos caminar sobre la piscina.
El agua sagrada
de TirtaGangga todavía se utiliza en ceremonias hindúes.
Pasamos parte de
la mañana paseando por los jardines del palacio, admirando las fuentes, los
puentes, las estatuas… Es realmente precioso, pero es cierto que había muchísima
gente, lo cual dificultaba pasear tranquilamente por el camino de piedras para
cruzar la piscina y hacer fotos tranquilamente.
No obstante,
visita obligatoria y que merece la pena.
Templo madre
Besakih: Este es el templo más importante de la isla de Bali y visita más que
obligada si estas recorriendo la isla.
Se encuentra a
los pies del monte Agung. Es un complejo religioso que está formado por 22
templos siendo el más importante el Pura PenataranAgung, construido en forma
piramidal y seis niveles de altura.
Nos encantó la
visita, el templo es realmente increíble y allí coincidimos con muchísima gente
local que estaban haciendo rezos y ofrendas. Todo un espectáculo.
Tras visitar
ambos tempos ponemos rumbo a Ubud, el camino de vuelta es largo, y seguro que
se nos hará de noche por el camino.
Al llegar al
hotel, nos damos una ducha y nos ponemos rumbo a la cena. Hoy toca pizza en UMA
pizza, un local al que habíamos echado el ojo unos días antes. Nos comimos una
pizza calzone y una de curry deliciosas.
Mañana será nuestro último día en Ubud.
5 de agosto.Ubud.
Hoy es nuestro
último día en Ubud, el día que vamos dedicar a visitar la ciudad. EL día se ha
levantado lluvioso, y yo me he levantado regular y no me encuentro muy bien,
pero tenemos muchas ganas de recorrer la ciudad y conocerla másallá de la hora
de la cena.
La primera
parada es Monkeyforest. 50.000 rupia cuesta la entrada de cada uno. Allá que
vamos, el parque está perfectamente organizado y en la entrada ya nos damos
cuenta de que es enorme y está perfectamente cuidado y dedicado al turismo.
Desde el minuto
cero, los monos están a tu alrededor a sus anchas, la verdad es que hay que
tener cuidado, de hecho, en el parque hay muchas señales que te indican las
precauciones que debes tener para no tener ningún problema con los monos.
El parque es muy
bonito y pasamos un buen rato muy agradable paseando por sus caminos, con una
flora exuberante y rodeados de animales por todas partes.
Al salir del
parque, vamos a tomar un café ya que continúa lloviendo y de ahí nos dirigimos
al mercado a pasear entre la multitud de puestos en los que puedes encontrar de
todo.
Paramos a comer
en un warung de la zona y después de comer tomamos otro café justo en frente
del palacio real. Mientras tomamos el café decidimos que de ahí íbamos a ir
derechos a darnos un buen masaje balinés, que fue una maravilla.
Visitamos el palacio
real de Ubud, sus jardines y sus templos, como el tiempo no
acompañabademasiado, no había mucha gente,así que lo vimos todo muy tranquilos.
Para rematar el
día compramos un par de entradas, para asistir a un espectáculo de danza
balinesa. Estábamos emocionados con este espectáculo, el maquillaje de los
bailarines es increíble y sus gestos…parece que habla con los ojos.
Pero de repente,
notamos algo que no habíamos notado antes. La tierra empieza a temblar y la
gente empieza a ponerse nerviosa. Salimos de ahí tan rápido como podemos, y al
llegar a la calle vemos a multitud de gente en medio de la carretera, corriendo
y gritando, asustados saliendo de todos los locales de la zona.
Es un
terremoto. Cuando parece que todo ha
pasado y nos tranquilizamos todos (yo la primera, que me asusté muchísimo) y
por increíble que parezca, decidimos volver a entrar a terminar de ver el
espectáculo. La verdad es que más de la mitad de las personas que había antes,
ya no están, de manera que vimos el espectáculo de danza balinesa rodeados de
poquísima gente.
Al terminar la
actuación, otra vez la tierra se mueve. Estamos bastante preocupados y empiezan
a llegar noticias. El epicentro es el Lombok, lugar al que debíamos partir a la
mañana siguiente. Decidimos que nuestro viaje se de modificar y no debemos ir
al centro del terremoto. Lo primero que debemos decidir, es si continuamos con
nuestro viaje (ya que tenemos por delante 10 días) o adelantamos la vuelta. No
nos cuesta mucho tomar esta decisión y obviamente queremos continuar nuestra
aventura por Indonesia, de manera que a partir de este momento toca improvisar
ya que nuestro plan inicial de Lombok y Gili… no puede llevarse a cabo.
6 de
agosto. Ubud- Canggu.
Amanecemos en
Ubud, ya que nos quedamos allí una noche más. La dueña del hotel en el qu nos
habíamos alojado los días anteriores, nos llevó a casa de su vecino que tenía
una habitación libre, nos la enseñó, nos cuadró y allí pasamos la noche. Desayunamos tranquilamente y a las 10 de la
mañana vinieron a buscarnos ya que habíamos pedido un taxi para ir a Canggu. Es
un pueblo costero del sur de Bali, se encuentra muy cerquita de Kuta, la zona
turística de playa por excelencia de Bali, pero prometía un ambiente menos
masificado y más relajado que Kuta.
Esa misma mañana,
a través de Airbnb, habíamos reservado dos noches en un guesthouse (Leo
westhouse) situado en la calle principal de Canggu, BatuBolong, a pocos metros
de la playa.
Tras un largo trayecto,
llegamos a BatuBolong y ponemos rumbo al hotel para soltar las mochilas y
ponernos en marcha. Ese día lo dedicamos
a ir a la playa, el ambiente surfista es alucinante, muy buen rollo en la
playa, en los locales de la zona…pasamos un día de playa fantástico y al
finalizar el día decidimos ir a cenar a unos de los warungs de la calle
principal de Canggu.
7 de
agosto. Canggu
Nos levantamos y
ponemos rumbo a desayunar. Creo que los desayunos en Canguu han sido de lo
mejor de este viaje.
Pasamos el día
de playa en playa y acabamos la tarde en Kuta, al anochecer ponemos rumbo de
vuelta Canggu para cenar en uno de los locales del a calle principal y dar un
paseo disfrutando del ambiente y de los grafitis que decoran las calles de
Canggu.
8 de
agosto. Canggu- Badung
Este día
decidimos hacer la visita obligada al templo de Uluwatu. Este templo está
situado en lo alto de un acantalidao frente al mar. Es realmente precioso y el
paseo para llegar hasta él súper entretenido ya que los monos que allí viven
están pendientes de hacer de las suyas a los turistas que pasan por allí.
Después de esta
visita, continuamos nuestros días de playa y nos dirigimos a impossible beach.
Al llegar allí e iniciar el descenso para llegar a la playa, entendimos por qué
se llama así. Allí comemos en un warung
con unas vistas increíbles al mar.
Otro bañito y
cambio de playa ; destino: Dreamland beach. Aparcamos la motillo en lo alto de un acantilado y bajamos a esta playa
de arena fina con varios hoteles, servicio de alquiler de hamacas… una maravilla.
Allí pasamos la tarde y disfrutamos del atardecer desde una de las terrazas
tomando unos batidos increíbles.
Esta noche
dormimos en Badung, un pequeñísimo pueblito, poco masificado por turistas,
cenamos en unos de los warungs que encontramos en la calle principal y para
dormir, allí reservamos una pequeña villa súper agradable a través de Air Bnb.
9 de
agosto. Badung
Los desayunos en
Badung no se quedan atrás de los de Canggu, ¡espectaculares!
Con calma
planeamos el día de playa.
Hoy visitamos
Labuan Beach; en esta playa se rodaron escenas de la película come, reza, ama.
Dejamos la moto en un parkin en la parte superior de la playa, hay que bajar
varios escalones en la piedra para acceder a la playa, que es una pequeña cala.
Allí nos hicimos
con una sombrilla y nos dispusimos a disfrutar de la mañana.
Cuál es nuestra sorpresa, cuando de repente la
tierra empieza de nuevo a temblar…
Lo más curioso
es que los turistas nos asustamos, pero los locales que allí estaban trabajando
sólo se preocuparon de mirar a sus espaldas para comprobar que el acantilado de
la playa no sufría ningún daño debido al temblor… fue cuestión de segundos y
una vez pasado el temblor y sin problemas en la roca… volvieron a sus
quehaceres como si nada hubiera pasado…
La verdad es que
la sensación cuando sientes algo así… es de intranquilidad. Aguantamos poco
rato más en la playa y decidimos que el resto del día lo pasaríamos
relajándonos en el beach club por excelencia de la zona: El Kabrón.
Este club
pertenece a un español, y he de decir que pasamos un día inolvidable. Tumbonas,
servicio de toallas, crema , cocteles a la tumbona, piscina infinita, un
atardecer increíble con música en directo de fondo, y una comida deliciosa.
Aunque parezca increíble comimos una paella… buenísima.
Cuando la luz
empezó a desaparecer, pusimos rumbo de vuelta al hotel para cenar y descansar.
10 de
agosto. Badung.
Después de un
mega desayuno, nos dirigimos a Pantai Pandawa. Alli pasamos un dia de playa
estupendo, comemos rico y barato y por la tarde nos fuimos al sunflower beach
club, donde disfrutamos de la tarde y ya… de la cena.
11 de
agosto. Badung .
Hoy queremos ir
a Jimbaran. Allí hay playa y hemos leído maravillas sobre su lonja , así que
¡allá que vamos!
Efectivamente la
lonja es alucinante, entramos y nos encontramos de todo. Compramos pescado y
marisco y fuimos a uno de los locales donde te preparan tu compra para que la
disfrutes allí, al ladito de la playa.
Experiencia 100%
recomendable.
Nos toca volver
a planificar los días que tenemos por delante. Decidimos que nos gustó tanto
Canggu que esa noche volveríamos allí a pasar la noche. Encontramos en Air Bnb
una villa con piscinita que es alucinante.
12 de
agosto. Canggu
Hoy pasamos el
día muy tranquilito en Canggu. Desayuno, playa, comida en un local chulísimo, y
tarde en la piscina de nuestra villa.
Esta noche
recogemos nustras mochilas, porque hemos decidido que no nos vamos quedar sin visitar alguna islita mas de
Indonesia. Ya que no pudimos ir a Lombok y a las islas Gili… decidimos que
iremos a las Nusas; Nusa Penida y Nusa Lembongan.
Para ello
contratamos el traslado desde Canggu hasta Sanur donde tenemos que coger un barco que nos llevará
hasta allí.
13-14
de agosto. Canggu- Nusa Penida .
Vienen a
recogernos bastante temprano para ir al puerto de Sanur. Nuestra furgo se retrasa un poco pero finalmente llega y
empezamos nuestro viaje hasta el puerto de Sanur.
Allí cogeremos
un ferry que en poco más de media hora nos dejará en una playita de Nusa
Penida.
Esta es la más
grande de las tres islas Nusas y allí es donde cogemos nuestro alojamiento.
En estas islas tenemos un montón de cosas y
planes qué hacer, entre las que más nos emociona... nadar entre mantas raya.
Experiencia
única.
Hacer snorkel
para ver la fauna y las esculturas submarinas que estas aguas esconden.
Una pasada.
Cruzar el puente
amarillo que une Nusa Penida y Nusa Ceningam , y por la que sólo pueden
circular motos de una en una por lo estrechito que es, y pasar el día en las
playas paradisiacas y disfrutando de las hamacas y los columpios acuáticos que
allí encontramos en cada rincón.
Desde luego no
se puede pedir más para poner el broche final a un viaje de ensueño.
Mañana empezará
nuestro largo viaje de vuelta.
15 y
16 de agosto. Nusa Penida- Bali- Singapur-Madrid
Día duro de
viaje. Regresamos a Sanur de la misma forma que llegamos…. En ferry, una vez
allí planteamos el día para llegar a tiempo al aeropuerto de Bali y coger el
vuelo que nos llevará de vuelta a Singapur.
Hoy nos toca
pasar la noche en el aeropuerto ya que nuestra llegada a Singapur es muy tarde,
y nuestro siguiente vuelo con destino Madrid sale muy temprano. Decidimos que
no merece a pena salir del aeropuerto, para ir a un hotel a pasar tres horas de
sueño.
Así que así se
pasan nuestras últimas horas de este viaje; de aeropuerto en aeropuerto para
llegar a casa súper cansados pero con la mochila llena de experiencias
maravillosas.
Este ha sido,
hasta el momento, sin duda #elviajedenuestravida.
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