Llevamos un tiempo sin hacer nada, y teníamos mono de hacer una de nuestras mágicas rutitas. Para ello hablamos con unos amigos y en cuestión de 2 minutos, fijamos nuestro próximo destino. LA RIOJA!!!
Íbamos a hacer campamento base en Logroño donde podríamos disfrutar de la ciudad y de su famosa calle Laurel (por favor que el ambiente de esta calle no cambie nunca). Pasamos el día haciendo lo que más nos gusta: amigos, vinitos y pinchos. Y al día siguiente decidimos improvisar una ruta en coche por bodegas y viñedos. En este caso nos dio tiempo a conocer Laguardia y El Ciego, con su imponente bodega del Marques de Riscal.
De camino a casa decidimos coger el atajo largo para ir por la Rivera del Duero, para parar en Peñafiel y sus bodegas. Dado que el tiempo era justo decidimos tomar una Coca-Cola en la terraza de Bodegas Arzuaga y dejar descansar la mente y cuerpo durante unos minutos. Aunque Aníbal ya conocía la zona, nos dio tiempo a dar una vuelta por Peñafiel y descubrir su original plaza ovalada, la cual conserva la estructura antigua y ayuda a trasladarte en el tiempo una vez estás dentro.
Nos despedimos de Peñafiel con la promesa de volver muy pronto porque pocas cosas nos gustan más que un buen vinito para dos!!
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